RESPETOS GUARDAN RESPETOS
Para convivir pacíficamente en sociedad, es imprescindible respetar al prójimo y las leyes.
Cuando respetamos, no hacemos un favor. Demostramos que somos seres civilizados.
El respeto es la norma básica para la convivencia pacífica entre las personas. El respeto al prójimo supone valorar al ser humano, reconocer sus cualidades y sus derechos, así como reconocer los propios. Supone también tolerar las diferencias, que pueden ser de distinto orden: de sexo, políticas, religiosas, de procedencia, entre otras.
Los derechos y los deberes de los ciudadanos están contenidos en el mayor contrato social que tienen los individuos que cohabitan en un país, es decir la Constitución Política del Estado. De la Constitución se derivan las leyes y todas las normas que regulan la organización social, política, civil, económica de los ciudadanos.
La falta de respeto es la fuente de los conflictos entre las personas. Con ello se viola la norma elemental en las relaciones humanas.
A nivel macro, sucede en esencia lo mismo. Un gobierno, que administra temporalmente el Estado, debe respeto a los ciudadanos. Cuando incumple esa norma y violenta las leyes, perjudicando a los ciudadanos, genera en el corto, mediano o largo plazo, la desconfianza, el rechazo y la oposición de los mandantes a los mandatarios. Recordemos que el presidente o jefe de Estado es el primer mandatario, ya que recibió el poder por parte de los mandantes (electores), a través de las elecciones. Es el primer servidor público. Se debe al conjunto de ciudadanos, y no sólo a quienes lo eligieron mediante las urnas.
En la vida cotidiana, sobran los ejemplos sobre faltas de respeto a las autoridades, ciudadanos y leyes, para no abordar por ahora los casos de corrupción protagonizados por ex presidentes de la República y altos funcionarios del Estado.
Si usted camina por una calle y pretende cruzar la calzada por otra área que no sea el crucero peatonal, estará incumpliendo las normas y faltando el respeto. Si usted va manejando por cualquier avenida y ve que conductores de vehículos particulares realizan servicio de taxi colectivo a pesar de que está prohibido, podrá darse cuenta de que esos ciudadanos violentan las normas al incumplirlas y generan además conflictos.
El respeto al prójimo y a las leyes es fundamental para convivir pacíficamente en sociedad. El respeto no se pide. Se exige su cumplimiento precisamente a quienes lo incumplen.
GRUPO GESTIONA
16 de setiembre del 2019
www.grupogestiona.com.pe
proyectos@grupogestiona.com.pe